martes, 28 de diciembre de 2010

EL IMPASSE

Cuando una persona está en proceso terapéutico, evolutivo, y de crecimiento personal, llega un momento en el que alcanza un estado de angustia, al que no sabe poner nombre ni asignarle un motivo. Simplemente se encuentra "sin ganas", paralizado, con una mezcla de tristeza inexplicable y de enfado encubierto.
Esta etapa, se llama "IMPASSE".  Su origen está en que la persona no logró expresar su emoción en un momento del camino de su crecimiento, consiguiendo así una insatisfacción.  Su energía quedó bloqueada, pero ésta lucha por salir. Y provoca un sentimiento de angustia, ya que a la vez, nuestros mecanismos de defensa creados por el ego, actúan para que no se realice esta salida.

Os confieso que actualmente me encuentro en esta etapa.  Cuando descubrí una parte de mi que he mantenido oculta durante mucho tiempo, me enfadé, más no mostré ese enfado, porque precisamente esa es la parte oculta. Mis enfados los "camuflo" inconscientemente.  Y ahora, al darme cuenta de ello, me siento bloqueada, apática, y desganada.  No consigo dar salida a esa parte de mi.

Todos, por una u otra razón, tomamos un papel en nuestra vida. De forma inconsciente, nos ponemos el disfraz, y nos creemos que somos así en realidad. Son las caretas del ego. Puede que empezaras a representar ese papel como una "autodefensa" a algo en tu vida, y se quedó tan arraigado, que ahora, te cuesta ver quién está bajo ese disfraz. Estás tan enganchado, que hasta te sientes cómodo en él.  Soltarte te da miedo aunque sepas que hay mucho más por descubrir.

Si tapamos una parte de nosotros, como la rabia y el enfado, la parte contraria, que sería la alegría, no está libre del todo. Ya que todos somos yin y yang, positivo y negativo, oscuridad y luz.  Y taponando una de las partes, la otra, no puede alcanzar su máxima expresión.  No debemos negar una parte de nosotros. Somos lo que somos. Primero tenemos que verlo, y después aceptarlo, para darle alas de libertad, y conseguir expresar nuestras emociones en todo momento sean cuales sean.

Si taponas una emoción, tu energía se bloquea, los chakras se cierran, y en tu cuerpo se manifiesta esa insatisfacción en forma de enfermedad.

La única forma de salir del impasse, es mantenernos AQUI y AHORA. Pues en el pasado entramos en la angustia, y en el futuro en la ansiedad.

Tampoco hay que precipitarse, todo lleva su tiempo, y a unas personas les cuesta más que a otras.

Te propongo que descubras todo lo que hay en ti, sea bueno o malo, pues solo siendo tu mismo al completo, y mostrándote tal cual, sentirás plenitud en tu vida, al margen de cualquier acontecimiento.

¿Cómo descubrirlo? con la ayuda de un buen psicoterapeuta, terapias gestalt, cursos de autoconocimiento, ....  pero en realidad, lo único que necesitas es QUERER hacerlo.

viernes, 17 de diciembre de 2010

RESONANCIA EMOCIONAL

La resonancia emocional es el lenguaje que tiene nuestro cuerpo a nivel inconsciente. A través de él, identificamos a los demás.

A veces ocurre que acabas de conocer a una persona, y sin embargo, con ella te encuentras relajado, a gusto, con confianza....,  es como si la conocieras desde hace años ¡y solo llevas 15 minutos con ella!!
Es nuestra RESONANCIA.  Y al ser a nivel energético, nos cuesta "dar una explicación lógica" y mental que nos aclare qué sucede con esta persona que CONECTO tan bien y de una forma tan rápida....

Resulta que sin saberlo, inconscientemente, somos transparentes.  Y nos presentamos ante los demás mostrando TODO lo que somos. Y ellos, inconscientemente también, nos VEN.




Quizá conozcáis algo acerca de los "CHAKRAS".  Son los centros energéticos del cuerpo humano y tenemos siete chakras principales. Los explico en la sección "Cuerpo".

Pues bien, nuestros centros energéticos vibran a un nivel. Dependiendo de nuestras emociones en este momento, vibrarán de una u otra forma. Entonces, cuando coincidimos con otras personas con la misma vibración, hay una identificación, una conexión, RESONANCIA EMOCIONAL..


Es lo que decimos "estar en la misma onda".  Y nunca mejor dicho, ya que somos como antenas parabólicas emitiendo ondas...
Y recibiendo también.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

¿ES REALMENTE LO QUE QUIERES?

Hace mucho aprendí que no es lo mismo desear hacer algo, y querer realmente hacerlo.
Parece una contradicción, ¿verdad? Pues en realidad, no es lo mismo.
Uno puede tener muchos deseos, esos "sueños" que ya desde niñ@s comenzamos a crear en nuestra mente.
¡Recuerdo cómo deseaba ser una de esas señoras que salían por la tele bailando y cantando! se las veía tan perfectas... y era tan mágico el show que mostraban.... que soñaba con ser igual a ellas....¡¡Artista!! ya solo la palabra, me inundaba de una ilusión poderosa....
Y cómo también, según crecía, admiraba a esas reporteras que viajaban al fin de mundo para informar de los sucesos actuales, viviendo al límite, conociendo a multitud de personas....
Pues bien, como esos, hay miles de ejemplos. Todos hemos "soñado" con hacer o ser algo en particular.
Pero resulta, que a la hora de la verdad, no hemos hecho ni la mitad.....  Y es que no es lo mismo "lo que me gustaría" y "lo que realmente quiero".
Cuando comencé mi camino profesional, que es cuando uno decide qué quiere estudiar, me di cuenta que me daba mucha pereza trabajar siempre de un sitio para otro, y que en realidad, no quería ser reportera. Lo que hubiese querido de verdad, es que yo, que admiraba esa profesión, hubiera sido más activa y predispuesta para ser capaz de desempeñarla.  Pero yo, que no era ni soy así, no quería ni quiero ser una reportera.

Lo mismo ocurre en el día a día, con pequeñas cosas. A veces, te gustaría visitar este o aquel país, pero en realidad no quieres ir hasta allí. Te da miedo volar y prefieres hacer otras cosas.

Si no distinguimos bien esto, podemos caer en un bucle de indecisión constante, puesto que siempre creerás que tus deseos caen en saco roto por tu culpa. Cuando en realidad, los deseos, deseos son. Que no son lo mismo que lo que tu realmente quieres o puedes hacer.

Una pareja con problemas para tener hijos, puede desear tenerlos. Pero puede, que después de "x" años con tratamientos médicos, ya no quieran tenerlos, pues no quieren pasar de nuevo por lo mismo. Mas su deseo de tener hijos, siempre estará vivo.

Cuando pienses en un DESEO, hazte esta pregunta: "¿TENGO GANAS DE REALIZARLO? ¿Realmente me apetece?"

Y recuerda, "Cuidado con lo que deseas, que se puede hacer realidad"

jueves, 2 de diciembre de 2010

RESPONSABILIZARTE DE LO TUYO

Existe una cosa preciosa llamada EMPATÍA.  Cuando una persona tiene empatía, se pone en la piel del otro, sintiendo sus emociones, y comprendiendo a esta persona perfectamente.
Es maravilloso, porque al tener empatia, puedes entender a las personas con las que te relacionas. Y al final, la comunicación es mucho más fluida, sincera y positiva.
Si tienes empatía, cuando otra persona te cuente cómo se encuentra, te calzaras sus zapatos, y experimentarás su tristeza, duda, miedo, alegría, enamoramiento, ... Emociones negativas y positivas. Con lo que al entenderla tan perfectamente, vuestra comunicación y conexión, será "perfecta".

Pues bien, aun siendo la empatía algo maravilloso, tenemos que ser capaces de sentirla de una forma ALEJADA. Quiero decir, no hagamos nuestras esas emociones que son de otro.
Hay personas, que sienten tanta empatía, que llegan a confundir inconscientemente lo que es suyo con lo que no lo es.

Recuerdo que yo misma, he sufrido esta "confusión". A veces llegaba a casa, de buen humor, y me encontraba a mi pareja enfadada por algo que le había sucedido. Entonces, conectaba tanto con esa emoción de enfado, que llegaba a hacerla mía. Y al final, hasta había veces, que entre nosotros terminábamos discutiendo.
Cuando ocurre esto, y consigues DARTE CUENTA, que esa emoción NO ES TUYA, aunque la sientas profundamente, ves a la otra persona "desde fuera", sin entrar ni dejar entrar, dando un paso hacia atrás, y observando. De esta forma, puedes seguir siendo tu mism@, con "tus" emociones, viendo las cosas como son, lo que es "real", y así puedes ayudar mejor a la otra persona. La dejas sola con su emoción, sin entrar en "su mundo", la dejas verse a sí misma, y termina dándose cuenta de lo que es solo suyo.

También ocurre a la inversa. Cuando somos nosotros los que sacamos fuera nuestras emociones y "problemas" hacia los demás. Hay personas que "esperamos" que desde fuera se nos de la "solución divina" ante una duda o problema. De esta forma, lo que hacemos es no responsabilizarnos de nuestras decisiones.Así, si algo sale mal, no nos sentiremos culpables, porque al fin y al cabo, me dijeron que debía hacer esto, o lo otro, .....  Es una posición cómoda e infantil, que se hace de forma inconsciente.

Cuando empecé a darme cuenta de que yo misma hacía esto, comencé a RESPONSABILIZARME de mis elecciones, poniendo toda mi consciencia en ellas. Era capaz de ver las situaciones de una forma tranquila, y podía tomar una decisión yo sola, con mucha más facilidad.


En definitiva: aprende a distinguir lo que es tuyo y lo que no, y sé responsable solo de lo que es tuyo, tomando plena consciencia.. 

Vistas de página en total