viernes, 11 de noviembre de 2016

EL DESAFIO DE CALLAR LA MENTE Y SENTIR EN PROFUNDIDAD

A veces, cuando logro callar la mente, aunque solo sea por pequeños momentos, ...alcanzo a sentir en profundidad todo lo que alberga en mi interior y en el exterior.

Es por eso que la Danza Integral me va genial. Porque allí aparcas la mente y te dejas llevar sin más...

Y es que es solo entonces, cuando logro callar mi mente,  cuando puedo percibir lo que realmente está aconteciendo. Siendo una mera observadora de la vida. Sin juicios. Sin expectativas.

Y es que la mente está siempre juzgando todo y midiendo cada paso con el rasante del miedo. "¿Está bien sentir esto? ¿es normal que ocurra esto? ¿Y si me equivoco? ¿Qué significa...? ¿Por qué ? ¿a donde me llevará ?  ?? ¡no se qué hacer!  ¿qué habrá querido decir con..??  ...  etc...etc... "

Si tan solo me centro en mi SENTIR... sin juzgarlo, puedo disfrutarlo. ¡Y que me lleve donde quiera que me lleve!
Lo que ocurre es que muchas veces es tan intenso... que asusta. Y llega hasta a doler.

Es bellísimo sentir tan profundo, y a la vez es también un gran desafío. Porque implica sostener el cuerpo físico y mental para no dejarte arrastrar fuera de la realidad.

Y este es mi gran desafío..... lograr callar la mente para poder sentir todas mis percepciones, físicas y emocionales, sean las que sean, sin miedo al lugar al que me llevará sentirlas al cien por cien.

¿Y qué si cuando percibo un intenso amor me regocijo entreteniendome en recrear esa maravillosa sensación?  Es como repetir lo sentido hasta agotar la última pizca de esa emoción, una y otra vez, ... exprimiendo mis emociones y hasta mi cuerpo físico, desgastándolo hasta el último aliento emocional

Así es como lo vivo, recreándolo a trozos, en pedacitos, porque si lo hiciera todo de golpe en el momento, .... estaría viviendo al cien por cien cada segundo, y mi mente, todavía me limita por miedo a morir exhausta de emociones, pletórica de amor, llena de felicidad....

Cuando comencé a estudiar Diseño Humano y vi que mi "Cruz de encarnación" (mi propósito de vida) era la cruz del Desafío, comencé a encajar muchas piezas, y aún hoy  mismo sigo comprendiendo y encajando piezas, de lo que es realmente mi Desafío.

Imagino que éste desafío, que para mi es como el "centro" de mi vida, le ocurrirá también a otras personas aunque quizás de un modo e intensidad diferentes.  Porque lograr acallar la mente para salir de la dualidad y por tanto de las dudas y el miedo, es bastante complicado
Así que es por este motivo por el que me decido a compartirlo con vosotros.

¿Cuantas veces habéis sentido algo y os habéis juzgado? ¿cuantas veces habéis sentido miedo de elegir?  ¿cuantas veces habéis cerrado los ojos ante algo demasiado intenso? ¿Y quién no ha tenido la sensación de haber "perdido" el tiempo mientras pensaba sin llegar a hacer nada?

¿Y qué nos ocurre cuando vemos a otra persona? ¿acaso no nos dejamos condicionar por lo que piensa la mente de ella en lugar de dejarnos sentir lo que nos transmite de verdad?

Todo el tiempo estamos midiendo la realidad por la lente de nuestra mente. Y esto significa que cada uno vive su propia realidad. La que su lente le hace ver, la que comprende, la que interpreta con su mente juiciosa y dual (bueno/malo, si/no, blanco/negro, ...)

Os propongo convertiros en observadores  de la realidad. Sin interpretarla. Tan solo experimentándola y sintiendo lo que os transmite. Con vuestras sensaciones físicas y vuestro corazón. Con vuestras tripas y entrañas.

Es un gran desafío y yo misma estoy en ello.... cada día... cada segundo... Y cuando me voy a la mente, en seguida procuro darme cuenta y volver a mi sentir
Utilizo mi mente para todo lo necesario de forma cognitiva y funcional. Y si se pone "charlatana" haciendo interpretaciones y juicios... entonces, la callo.

¿Qué como la callo?  Pues es bastante sencillo: centro mi atención en mi cuerpo físico, mis latidos, mi respiración, ... Y en mi entorno, el calor del sol, el viento, los sonidos, los olores, ...

Callar la mente de esta manera es fácil. Lo complicado es mantenerla callada. Pero bueno, ya es un gran avance lograr darse cuenta y poder ir silenciandola a ratos.

Lo que considero más difícil es permitir al corazón llenarse completamente de todas las emociones y sensaciones que vayan llegando. Porque en cuanto comienza a llenarse, reaparece la mente con su miedo a morir por ello

Os animo a compartir vuestras inquietudes y experiencias en este territorio desafiante de silenciar la mente y permitir sentir al cien por cien cada momento vivido.

Yo estoy en este camino de aprendizaje, en el que para mi,  sin duda alguna es bastante excitante en cuanto al reto de superar mi propio desafío... Sentir absorbiendo cual esponja vacía todo lo que nace en mi y en mi entorno, silenciando mi mente.







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