jueves, 22 de diciembre de 2011

RESILIENCIA

En estos días de Navidad, me gustaría regalaros a tod@s un poco de RESILIENCIA. 

Para los que no sepáis su significado, os pongo aquí unas breves definiciones:

  La resiliencia es la capacidad que posee un individuo frente a las adversidades, para mantenerse en pie de lucha, con dosis de perseverancia, tenacidad, actitud positiva y acciones, que permiten avanzar en contra de la corriente y superarlas.
E. Chávez y E. Yturralde (2006)

Capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas e inclusive, ser transformados por ellas.
Grotberg (1995)

Podría decirse que la resiliencia es la entereza más allá de la resistencia. Es la capacidad de sobreponerse a un estímulo adverso.

Todos, en nuestro interior, poseemos resiliencia, en mayor o menor grado. Solo tenemos que tomarla, y ponerla en práctica.  

Agarrarnos a "algo" que nos mantenga de pie, como la fe, nos ayudará a sacar nuestra resiliencia y sobreponernos ante las adversidades externas.


La fuerza, la luz, siempre está EN NOSOTROS, y no en el exterior. Confiar en nosotros mismos, en nuestra intuición, y reconocer que somos pura esencia, nacidos todos de la energía más grande, del puro AMOR, la que no tiene límites y es abundante, es la clave para darte cuenta de que todo es posible, de que no existen las casualidades si no la causa-lidad, de que te mereces todo lo bueno por el simple hecho de SER.
Que no tienes que buscar "fuera" porque tu tienes la capacidad de hacer y conseguir lo que quieras.

Que aunque uno reciba un tortazo, siempre habrá algo positivo en ello. 

La vida es riesgo, y sin riesgo no hay vida.  No querer "sufrir", evitando para ello "hacer" algo, nos paraliza, y no vivimos.  
La felicidad siempre tiene un precio, y a veces, no queremos perder nada, y preferimos quedarnos como estamos. La actitud de víctima, ya la conocemos, y con ella recibimos atención. Si dejamos de estar allí, ¿donde estaremos? Si no te arriesgas, nunca lo sabrás.

Os propongo superar el miedo. Aceptar y tomar lo que HAY en nuestra vida, y con ello, seguir avanzando, y viviendo.  "Esto es lo que hay en mi vida, esta es mi familia, este es mi país, est@ soy YO" 
Y a partir de ahí, con resiliencia, y amor, estamos por fin VIVIENDONOS. Con los ojos abiertos. En el aquí y ahora.



Para terminar, os copio un pequeño fragmento de una página que he encontrado y que me parece de gran sabiduría:

Valorar las pequeñas cosas:

- Pececillo, ¿dónde vas tan deprisa?
- Estoy buscando el mar.
- Pero el mas es esto, aquí, donde tu estás.
- No puede ser. Esto no es más que agua.

Y el pececillo siguió nadando a toda velocidad.

Muchos de nosotros funcionamos a menudo como ese pececillo, que busca lejos algo mágico y grande que le aporte felicidad, sin darse cuenta de que lo que tanto anhela se halla simplemente ante sus ojos.

La facultad de ver el mar en esta “simple agua” que nos envuelve no es una habilidad reservada sólo a cerebros privilegiados, al contrario. Conseguirlo requiere, simplemente, que estemos atentos para rescatar, de cada día, pequeños y maravillosos momentos por los que estar agradecidos.
http://www.resiliencia.org/

miércoles, 21 de diciembre de 2011

MI RABIA

En estos momentos de mi vida siento una tremenda rabia interior. Siento como está dentro, y cómo lucha por salir y mostrar su cara. Desconozco el motivo, aunque una pequeña intuición me habla de las cosas que he visto recientemente...

Hoy, identifico mi rabia, que se me muestra en mezcla de nerviosismo y ansiedad. De enfado, impotencia y necesidad de gritar...
Yo, que dejé de gritar hace mucho tiempo....  Me doy cuenta de que, hoy, ahora, necesito GRITAR, para expulsar todo lo que llevo contenido dentro.

Siempre quise evitar enfadarme, gritar y discutir, y hoy, sin saber cómo ni por qué, puedo sentirme en ese lado de la moneda. Esa parte oscura que todos llevamos dentro y tratamos de ocultar. Es un fuerza que me empuja con tremenda determinación.

Y ¿cómo soltar mi rabia sin herir a los demás?  Pues.... buscando un lugar de soledad, en el que pueda estallar sin salpicar nadie.

Y ¿qué pasa si lo necesito AHORA? ¿Y justo ahora estoy rodeada de personas que no tienen la culpa de mi necesidad?  Pues.... que intento RESPIRAR para que no me explote el corazón por dentro.

Hoy, reconozco que mi parte dormida, ya no está durmiendo.... Está ansiosa por mostrar su cara, y forma parte de mi y de mi vida.

Y sinceramente.... hay algo en este sentir.... que me gusta!  Aunque no consigo identificar el qué....

miércoles, 7 de diciembre de 2011

¿Y TU QUÉ ERES?

Recientemente aprendí que las personas podemos ser VISUALES, AUDITIVAS o CINESTÁTICAS.
Dependiendo que cómo seamos, al recibir una información del exterior, la comprenderemos más y mejor en función del modo en que la recibamos.
Es decir, si somos visuales, nos quedaremos más con las cosas que vemos o leemos, y menos con las palabras escuchadas.
Por contra, si eres auditiva, necesitarás que te "digan" las cosas, más que verlas.

Conocer cómo somos, nos facilita la comunicación con las demás personas. Así pues, en una pareja, si ella es auditiva y él visual, cada uno necesita recibir la información de una manera. Ella querrá que él "le diga" que la ama. Y él, se conformará con "verla" cada día a su lado.
Si ella le dice a él lo que necesita o quiere, mejor que se lo diga por escrito (con un mensajito por el móvil basta), para que a él no se le olvide.

Si eres cinestática, necesitas recibir la información con "movimiento". Así que mejor que tu interlocutor te hable gesticulando, señalando, .. hablando con acción.

Para saber qué tipo somos, basta con que te fijes cómo emites tu mism@ tu información. ¿Hablas mucho? ¿Qué gestos haces? ¿qué frases sueles decir?
Un ejemplo. Tenemos algo importante que contar a alguien:
              Si dices "escucha, escucha!! tengo una noticia...." eres auditivo.
              Si dices "ya verás que noticia!!..." eres visual
              Y si dices ""voy a contarte una cosa..."  eres cinestático

También puedes intentar recordar situaciones vividas, y fijarte en qué tipo de imágenes o frases vienen a tu cabeza. ¿Recuerdas con más facilidad las palabras que te dijeron o dijiste?, ¿te ves "haciendo" algo?,  ¿o son sólo imágenes?

Conocernos, nos ayudará a relacionarnos mejor con los demás. Yo desde que descubrí que soy auditiva y mi pareja visual, ya no le exijo que me "diga" todo lo que quiero oír. Y si quiero que se entere bien de lo que le cuento, le mando un mensajito, y listo!

Y tú, ¿qué eres?

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