lunes, 26 de noviembre de 2012

DANZA INTEGRAL III. Aires otoñales

Hoy siento una mezcla de emociones. Mi esencia está saliendo, poco a poco, aprendiendo a contactar con los demás. A mostrarse tal y como es, sin miedo al juicio externo. Aprendiendo a situar el límite entre el respeto al otro, y el miedo a exponerme, a ser juzgada, a hacerlo "mal".  

Y mi peor juez soy yo misma. La que agarra mi esencia, sin llegar a soltarla del todo, escondiéndola, tapándola. 

Este fin de semana continué mi formación en Danza Integral. Ha sido muy bonito. Muy intenso. Me ha conectado con mi propia limitación: la de apartarme del grupo. La de no terminar de mostrarme por miedo. La de mi baja autoestima que continuamente se empeña en comparar mis capacidades con el resto. 


En uno de los trabajos, al quedar en VACIO, y sentir mi "yo", mi esencia, me invadió una gran tristeza. Vi con claridad mi impotencia y resistencia a vaciarme. ¿Por qué no aceptar mi propia esencia? ¿Por qué duele sentirme en vacío?  ¿qué me hace evitar ese CONTACTO con migo misma?  Que al final, es lo mismo que me hace evitar el contacto a los demás....    
Pues es algo que todavía no puedo responder. Quizás predomine en mi una baja autoestima más grande de lo que imaginaba hasta ahora. 

Ahora entiendo mi dificultad para respirar. Mi agobio a soltar y expulsar el aire al completo. Esa ansiedad que me hace tambalear. 

Una vez, en Constelaciones Familiares, se formo una visión en la que yo aparecía sin mirar mi vida, mirando al cielo, en las nubes, ....   
¿Para qué evitaba entonces ver mi vida y en definitiva verme a mi misma?  Para no contactar con migo misma. 

Aires otoñales que invaden mi cuerpo
soplan y carician mi vida al completo
Descubro la belleza de una hoja
que seca es simiente en la naturaleza

Nuevos aires, señal de cambio
el mundo gira hacia un nuevo camino
Aire fuera y dentro, plenitud y vacío
Nuestras alas movilizan los latidos

Encuentro nueva gente llena de luz
colores, músca, y flores en tu voz
Cada una es especial veo su propio yo
Siento sus alas libres como espejos donde me  veo yo

Dejo de moverme solo circularmente
para recta ir a acariciarte
Salgo de mi burbuja protectora
me asomo al desnudo entera

Me desprendo poco a poco de mi capa 
libertad para mi alma
Se deshace el sobrante
ese escudo gigante
En un otoño renovante
con nuevos aires refrescantes

Quiero agradecer a todas y cada una de las que conformamos el grupo de Danza Integral su presencia, su aportación, respeto y comprensión. 
Siento en este grupo mucha energía positiva, llena de buenas intenciones para con el mundo y las personas. Veo un belleza increíble en cada una. Muestra de una pequeña parte del universo. Piedras angulares que ayudan a generar este cambio que ya está en nosotros y cada día crece más. 

Gracias por ponérmelo fácil. Por extender vuestras manos hacia mi alma. Y ayudarme a verme y sentirme, aunque duela. Por esos silencios respetuosos. Por esa sonrisa cómplice. Por ese guiño que me llega al corazón.











miércoles, 14 de noviembre de 2012

EL SER HUMANO

Aunque muchas personas piensen que el ser humano no tiene la capacidad de amar, ni la nobleza de los animales, yo sí creo que somos seres maravillosos.
Es verdad que existen personas que hacen muy mal las cosas, verdaderas barbaridades, y causan mucho dolor. Pero eso no significa que el ser humano sea malo por naturaleza.

Todos, cuando nacemos, somos pura inocencia, esencia divina, y estamos llenos de amor.  Qué hacemos con ese amor es otro cantar...
Unos lo malgastan, desprecian, y acaban sintiendo solo odio y amargura. No entraré ahora en los motivos que puedan llevar a una persona a terminar así.
Otros, en mi parecer la mayoría, crecemos con él, aumentando día a día nuestra capacidad de amar y dar amor al resto.

Cuando llegó mi hijo a mi vida, toda mi rutina se trastocó. Era muy feliz por su llegada, más me costó adaptarme a él, y abrirme a sus necesidades.
Sin embargo, aunque tuve y tengo que renunciar a muchas de mis propias necesidades en pro de su bienestar, lo hago de una forma generosa y satisfactoria.
Pues lo que él me devuelve, es puro amor y alegría. Lo entrega por naturaleza, y yo, me doy cuenta de que también lo hago así.

Esta entrega generosa, solo es posible cuando nuestro corazón alberga AMOR.

Algunos pensarán que evidentemente, eso lo  hacen todas o la mayoría de las madres, y es verdad. Pero es más que un vínculo madre-hiijo.

Pues yo, sin haber tenido a mi hijo en mis entrañas, lo amo igual o más que si lo hubiese llevado. Y eso, solo es posible, porque el ser humano ama a otros seres humanos.  Siente la necesidad de tener una familia, de entregar su amor, de compartir su vida...  

Se sacrifica por sus hijos, padres, hermanos, amigos.... Y lo hace de forma voluntaria, generosa, y satisfactoria. Por el mero hecho de ayudar y tener manos con las que caminar en el viaje de su vida.

De cuantas más personas dependamos, más satisfacción encontraremos. Podremos sufrir con sus pérdidas, más siempre tendré otras manos conmigo.

Hoy, que me siento especialmente amorosa, quiero compartir con vosotros todo el amor que llevo dentro. Y decir gracias a lo más divino, por poner en mi vida a todas y cada una de las personas con las que comparto mi días. Todas son maravillosas. Todas me enseñan cosas. Todas me ofrecen su amor. Y a todas quiero decirles que las AMO.


lunes, 5 de noviembre de 2012

MOON MOTHER II. Mi experiencia

Prometí contar mi experiencia acerca de la bendición de útero que se hizo en la luna llena del 29-octubre-2012, y allá voy:

Esa tarde, no me encontraba yo demasiado inspirada para ponerme a meditar, pero a ello me puse con el simple propósito de comprobar si notaba algo o no.

Me quedé sola en casa. Puse música relajante. Me senté, y comencé a respirar.

Leí la meditación que me habían enviado, y fui imaginando que todo aquello ocurría de verdad. Un arbolito pequeño en mi útero, enraizado en la tierra, que cada vez crecía más y más, hasta llegar a mi corazón.
Después seguía creciendo, hasta llegar a la luna.

Y por último, los rayos lunares descendían hasta llegar a mi, y mi útero.

Me costó un poco mantener esa concentración, pues no soy de las que meditan, ya que me falta bastante paciencia para permanecer quieta durante largo rato.  A eso, añade la visita de mi pareja y mi hijo, que interrumpieron el proceso cuando iba a mitad....

Pero bueno, a parte de todo eso, he de decir, que ese momento me sirvió para relajarme. No había tenido un buen día, y me ayudó mucho a salir de mis nervios y encontrar un momento de paz.

Y he de confesar que tuve un momento muy emotivo, en el que mis lágrimas afloraron. Quizás vinieron a mi mente todas mis experiencias negativas en anteriores embarazos. O quizás fue la luna..... ?

Al día siguiente, es verdad que notaba ciertas molestias físicas en la zona del bajo vientre. ¿Sería mi mente condicionada?  No lo se....Pero las molestias no eran imaginarias seguro.






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