
Con solo acordarnos de ella, y pensar en cuánto la queremos y que ojalá se encuentre bien, ya estamos creando una energía positiva, que la va a favorecer de alguna manera. Y no solo a la persona amada, puesto que al enviar inconscientemente al universo esa energía maravillosa, contribuimos al bienestar general de todo ser vivo.
Actualmente, por el modo de vida que llevamos, muchas familias, parejas, y amigos están separados temporalmente. Y aunque haya momentos en los que uno, se ponga triste al echar de menos a su persona amada, tenemos la obligación y el derecho de vivir felices. Desde el recuerdo positivo, reconociendo que ahora no está a nuestro lado, pero lo que sí que está es el AMOR que nos unió un día. Y este sentimiento es más fuerte que cualquier otra cosa.
Al vivir felices, deseando lo mejor para esta persona que ahora está lejos, somos emisores de una gran maravilla: la energía del amor que es capaz de mover montañas.

Al sentir, y desear, emitimos la energía del amor universal. Cuando recuerdes a alguien que ahora no está a tu lado, piensa en lo bonito de vuestra relación, y en tus deseos de felicidad para el.
Incluso puedes, si quieres, imaginarte a esa persona mentalmente, y rodearla de una luz blanca que le llena de energía y amor. ¡Tienes el poder para hacer todo el bien que quieras!
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