viernes, 14 de diciembre de 2012

DICIEMBRE

Estamos en Diciembre, un mes que generalmente es muy movido. Es la recta final del otoño, época en la que  hemos sentido el cambio de temperaturas, comenzamos a abrigarnos más, a recogernos, a hacer limpieza y renovarnos. Aire, lluvia, frío....   Intercalado con subidas de temperatura inesperadas. Atravesando nuestros primeros resfriados otoñales. 

Vamos camino del invierno, y llegan las navidades.  También llega a su fin el año. Y tendemos a hacer balance de lo que vivimos durante el mismo. Nos hacemos propuestas para el nuevo año. 

En los trabajos, hemos de cerrar el ejercicio. Y sacar el resultado final.  

Y además, este año, diciembre dicen que está lleno de nuevas energías, que es un mes de muchos cambios. Que se avecina una nueva era para los seres humanos....

A mi en particular, diciembre se me está pasando volando.... Y apenas noto cambios energéticos. Lo que sí percibo es mucho movimiento por el simple hecho de ser diciembre.  Ya que suele haber más actividad que otros meses. Me ocurre en el trabajo, y en mi casa. 

Llega la navidad: Hay que hacer compritas para cenas y comidas. Los regalos. Las cenas de trabajo con los compañeros. La lotería. Montar el árbol navideño. Enviar tarjetas de felicitación. ....

Todo esto, sumado a la cotidianidad, me satura. No doy a basto. Y a veces hasta me enfurruño por la falta de tiempo. 

Sin embargo, a pesar de este estress, generado por mí misma, reconozco que me encanta cerrar ciclos. 
Terminar el año y aprovechar este fin para reunirme con amigos y familiares con la excusa de la navidad, es reconfortante. Me ilusionan los Reyes Magos y Papá Noel, aunque detrás de esto haya un movimiento comercial. Pues lo siento más allá de un simple tránsito económico. Lo vivo desde la ilusión, y el compartir. 

Es un momento ideal para acercarnos a aquellos que hace tiempo que no vemos. Para demostrarles que siguen en nuestro corazón. Para revivir con nuestros pequeños esa ilusión que teníamos cuando nosotros éramos niños. 

Ya se que en Navidad mucha gente nos pregunta "Qué tal se prepara la navidad, bien? o en familia? "  Ya que hay muchas personas que lo viven como una obligación en lugar de como un elección. Más siempre podemos elegir. Aunque nos cueste decir NO (y ese es otro tema del que hablaré otro día...) 
Si lo vives desde tu elección, y con la visión de que es un momento único en el año, seguro disfrutarás más y mejor. 


Y más allá de Navidad, diciembre es por sí el mes del cierre. El mes de hacer una escucha: ¿he vivido como quiero? ¿qué deseo cambiar? ¿qué quiero desechar? ¿qué necesito añadir a mi vida?  
En otoño, los árboles desechan las hojas que ya no necesitan. Hagamos nosotros lo mismo con nuestra vida. Y después de hacer balance y escucharnos con el corazón, comencemos a prepararnos para el nuevo año con una energía renovada, con una claridad total de lo que queremos y no queremos. 

Límpiate, comparte, y disfruta de este preciado mes. El año se termina.  Cerramos una puerta, para abrir una nueva.  El año nuevo ya está casi aquí. Dejemos atrás lo viejo para abrirnos a lo nuevo. 

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