La verdad es que soy bastante "novata" en esto de respirar BIEN, pero lo que poco que llevo practicándola, os puedo asegurar que es mucho más el beneficio obtenido que el "sacrificio" de hacer las respiraciones profundas.
Antes, me daba mucha pereza, y un buen día comencé! me dije "Voy a probar..." Y como los resultados llegaron en seguida, y eran tan positivos, ya nunca más me ha dado pereza hacerlo.
Antes, respiraba muy mal. Una vez hice una prueba que os puede servir como técnica para saber qué tal respiráis. Consiste en lo siguiente: coges una pelota "magic ball" (ver foto), y partiendo de cerrada, comienzas a coger aire de forma natural, y a la vez que vas inspirando vas ABRIENDO la pelota. Cuando termines de inspirar, paras de abrir la pelota y observas cuánto se ha abierto. Luego sueltas el aire y, mientras tanto, haces al contrario, vas ENCOGIENDO la pelota mientras expiras. De esta forma, podrás darte cuenta de si tus inspiraciones son iguales a las exhalaciones, o si hay una clara diferencia.
Yo me di cuenta de que inspiraba una gran cantidad de aire y apenas soltaba nada! Por eso, estaba siempre cansada y con fatiga. Y tenía una gran tendencia a la ansiedad. Tenía el diafragma acortado, como "parado", tenso, y enganchado.
Especialistas como Mark Taylor, terapeuta de Movimiento Somático y director del Centro para Body Mind Movement, localizado en Pittsburg, Estados Unidos, asegura que “respiramos mal porque vivimos mal. La forma en que inhalamos y exhalamos es un reflejo de quiénes somos y de cómo nos desempeñamos en nuestras ciudades, donde el aire está muy contaminado y existe una estimulación excesiva del sistema nervioso”.

“Hay una cita budista que me gusta mucho y que nos dice que la respiración es el puente entre el cuerpo y la mente"