jueves, 14 de julio de 2011

SER MADRE

Cuando deseas formar una familia, y tener hijos, siempre das por hecho que en tu vientre engendrarás ese bebé tan anhelado, y que nacerá, y lo tendrás a tu lado hasta el día de tu muerte. Casi nunca nos planteamos en que esa idea preconcebida, no vaya a ser posible.


Mi expectativa de ser madre se cultivó durante muchos años, y ya en mi infancia veía ese futuro maravilloso para mi. Aunque he de confesar, que en el fondo, siempre tuve miedo a ser madre.
Supongo que es normal, esa sensación de incertidumbre, y preguntarse ¿Lo haré bien?


Recuerdo que de niña, cuando descubrí que existían muchos niños abandonados, sentí una gran pena, y me dije a mi misma, que si de mayor no pudiera tener hijos biológicos, adoptaría uno, sin ninguna duda. Incluso pensé en la opción de tener ambas cosas: uno adoptado y otro engendrado en mi vientre.
No creía que ese pensamiento fuera a convertirse en realidad algún día: y ahora es MI REALIDAD.



Me encuentro en proceso de adopción, y tengo mucha ilusión por recibir esa llamada que me diga que ya tengo a mi hij@. Y ver su carita. Y viajar en su búsqueda y traerlo a mi lado. Y darle todo lo que necesite, y compartir nuestras vidas junt@s.  Afrontando toda la dureza que es para un niño ser abandonado, y tratando de ser capaz de entender sus sentimientos y aportarle algo de luz en su corazón.


Cuando estuve embarazada y perdí a mis hijos, sufrí mucho. Fue muy duro todo lo vivido, y aceptar la pérdida. Y ahora, después de mucho tiempo, soy por fin CONSCIENTE de todo ello. Ya que sin darme cuenta, trataba de superar mi dolor convenciéndome de que estaba "bien", cuando en realidad no lo estaba.

Ahora soy capaz de disfrutar de otros bebés que no son míos, puedo alegrarme de verdad cuando veo a una  mujer embarazada, y aunque siempre tendré una herida en mi corazón, ahora, ya no sangra. Está curada y cerrada.  Y de vez en cuando, como todas las cicatrices, se resiente un poco.



Aunque existen diferencias en los procesos, creo que el ser madre/padre no implica que tu hij@ lleve tus genes. Entiendo por padres aquellos que comparten su vida contigo, y siempre están ahí.  Sin ninguna duda, también son padres aquellos que te engendran, ya que sin ellos, uno no nacería. Y por eso creo que no hay que menospreciarlos nunca.




No descarto nunca la posibilidad de volver a sentir en mi vientre a mi hij@. Pues mi cuerpo y mi alma albergan una pizca de esperanza. Y un fuerte deseo de ser también madre por esta vía. Más existe dentro de mi un miedo atroz, que tengo que trabajar.  Como dice una canción del grupo Maldita Nerea que me gusta mucho: "a veces nos olvidamos de seguir sumando, y jugamos a no dejar de perder, y solo hay una forma de vivir:  DESDE LA NUBE DEJARSE CAER sin usar tu red."  
En otras palabras: que sin riesgo, no hay ganancia.

2 comentarios:

  1. Te leo, me gusta mucho como escribes, aunque no comento... Hoy me he decidido a hacerlo!

    Bonitas palabras...ojalá esa llamada llegue pronto, muy pronto!!

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  2. Hoy con estas palabras,he vuelto ha llorar y ya verás como tus sueños un día se harán realidad. un besazo chorrin.

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